Los plásticos son materiales que están muy presentes en todos los ámbitos de la vida por las múltiples ventajas que presentan en sus diversas aplicaciones. Precisamente por esto, es necesario gestionar correctamente los residuos que se generan de este material, con el fin de aprovechar al máximo su valor dentro de los criterios de la economía circular y evitar que acaben en el medio ambiente.
Con el objetivo de comunicar a la sociedad las ventajas de uso de estos materiales y “contrarrestar la desinformación que hay en torno a ellos”, diversas entidades relacionadas con la industria de los plásticos han elaborado un “decálogo de verdades” con el que se pretende informar de las ventajas que aportan los plásticos a la sociedad y explicar que la colaboración ciudadana es imprescindible a la hora de hacer un buen uso de ellos .
En el marco de la campaña #NoCulpesAlPlástico, Aimplas (Instituto Tecnológico del Plástico), Anaip (Asociación Española de Industriales de Plásticos), Anarpla (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico), Avep (Asociación Valenciana de Empresarios de Plásticos), Cicloplast (entidad que promueve la gestión ecoeficiente de los plásticos) y PlasticsEurope (Asociación Europea de Productores de Materias Primas Plásticas) firman este decálogo, que aporta información para contrarrestar los “argumentos sobre los que se están generando noticias preocupantes y que confunden a los propios consumidores”. Entre estas, aquellas asociadas a su seguridad.
Los plásticos “son los materiales más regulados y los que se someten al cumplimiento de normativas más exigentes”, explican las entidades firmantes del decálogo en un comunicado. Además, son los materiales que “garantizan perfectamente la conservación de los alimentos, reduciendo su desperdicio y asegurando que la sociedad sea capaz de consumirlos en las mejores condiciones”. Según la FAO, la pérdida de alimentos en Europa es de tan solo un 3% gracias al uso de soluciones de envasado adecuadas, mientras que en los países en vías de desarrollo, donde el uso de envases no está generalizado, estas pérdidas pueden alcanzar el 40%.
En lo relacionado directamente con el medio ambiente, la industria defiende que los plásticos son la alternativa más sostenible en numerosas aplicaciones. Así, los envases de este material son, de media, cuatro veces más ligeros que los fabricados con otros materiales. Gracias a ello, el número de viajes de un camión para transportar la misma cantidad de producto se reduce a la mitad, con el consiguiente ahorro de combustible y de emisiones de CO2.
En la agricultura, el plástico es utilizado en sistemas de riego por goteo, ahorrando entre el 30% y el 60% del agua empleada con métodos convencionales de regadío. En la construcción, los aislamientos plásticos permiten ahorrar 250 veces más energía de la que se utilizó para fabricarlos. En la automoción, los plásticos son el material elegido para fabricar unas 2.000 piezas de media en un vehículo (lo que representa un 15% de su peso total), permitiendo así que un coche ahorre 750 litros de combustible durante toda su vida (12 millones de toneladas de combustible en Europa). En el caso de los aviones, la apuesta por estos materiales ha permitido elevar el ahorro de combustible hasta el 20%.
Los plásticos nunca deberían acabar en el medio ambiente. Se trata de materiales recuperables mediante reciclado, y cuando esto no es posible, los autores del decálogo recuerdan que se pueden utilizar como fuente de energía alternativa, dada su alta capacidad calorífica.
Pero para que se puedan reciclar es importante gestionarlos adecuadamente. Según el estudio Jambeck de la Universidad de Georgia (EEUU) de 2015 publicado en la revista Sciencemag, el origen del 80% de los residuos que acaban en el marse encuentra precisamente en la tierra.
Según una encuesta realizada por Enet Consulting para PlasticsEurope en 2017, para un 96% de los españoles la solución pasa por concienciar a la ciudadanía, separar adecuadamente los residuos (tanto fuera como dentro del hogar), facilitar el reciclado aumentando el número de contenedores y su frecuencia de recogida, y en ningún caso abandonar los residuos donde no se debe.